Aunque la afiliación a Global Rescue contribuye en gran medida a su seguridad y bienestar durante los viajes, existen otras medidas sencillas que puede adoptar para reducir los riesgos médicos asociados a los viajes al extranjero. 

  1. Prepárese antes de salir por la puerta. Sométase a un reconocimiento médico antes de viajar y asegúrese de que su estado de salud es estable. Evite viajar demasiado pronto después de una operación, ya que pueden surgir complicaciones entre 3 y 6 meses después de algunas intervenciones quirúrgicas. Asegúrese de que sus vacunas están al día; en algunos países deberá presentar un justificante de vacunación para entrar en el país.                                                    
  2. Conozca su póliza de seguro médico y la cobertura de sus servicios. ¿Cubre su plan las facturas médicas en caso de hospitalización durante un viaje internacional? ¿Tiene cobertura de evacuación médica para transporte médico urgente? ¿Tiene seguro de cancelación de viaje en caso de que pierda el vuelo por una urgencia médica?                               
  3. Existe la posibilidad de que algunos centros médicos internacionales no trabajen con su proveedor de seguro médico. Tenga un plan de reserva, una forma de pagar la atención de urgencia si es necesario. Viaje con una tarjeta de crédito o disponga de otra forma de acceder rápidamente a los fondos. Algunos centros le rechazarán en la puerta, independientemente de la naturaleza de la urgencia médica, si no puede aportar una garantía de pago o algún tipo de depósito financiero por los servicios prestados.                                                          
  4. Lleve siempre consigo la información de contacto en caso de emergencia. Muchas personas llevan consigo una tarjeta de referencia rápida con su información médica importante, incluidos los medicamentos diarios, alergias, principales afecciones médicas, cirugías anteriores e historial médico. Las pulseras o collares de alerta médica también son importantes si la alergia o afección puede causar una emergencia médica.                                      
  5. Traiga su propia farmacia, no hay garantía de que haya una a la vuelta de la esquina. Es bueno viajar con medicamentos básicos de venta libre y un pequeño botiquín de primeros auxilios. Analgésicos, medicamentos para controlar la fiebre, antiácidos, medicamentos básicos para el control intestinal (antidiarreicos y ablandadores de heces), antialérgicos, pomadas antibióticas, colirios, descongestionantes, pastillas para la tos, medicamentos para el resfriado, apósitos para ampollas, tiritas, mezcla de electrolitos para rehidratación oral, tratamientos para las infecciones por hongos y crema solar son sólo algunos de los artículos que damos por descontados y que pueden adquirirse fácilmente en la mayoría de las farmacias. Es posible que los medicamentos adquiridos en el extranjero no estén sujetos a las mismas normas de fabricación y control de calidad que en su país.         
  6. Lleve el doble de la cantidad de medicación diaria necesaria. Si viaja durante 7 días, lleve un suministro de 14 días de medicamentos diarios. Los planes de viaje pueden retrasarse, los vuelos cancelarse y los frascos de pastillas pueden derramarse. Rellenar una receta en un viaje internacional puede ser complicado, y tener la flexibilidad de disponer de unos días más de viaje reduce el riesgo de que esto ocurra. Si tiene una medicación prescrita que utiliza «según sea necesario», asegúrese de llevarla.                                     
  7. Conserve los medicamentos con receta en su envase original para evitar cualquier duda sobre su identidad. Si no es posible, traiga la medicación en pastilleros.                                                            
  8. Tener la capacidad de pedir ayuda, saber cómo pedir ayuda y saber dónde querrías ir a pedir ayuda.  Fuera de EE.UU., marcar el «911» no funciona. Tenga una forma de pedir ayuda, un teléfono móvil local o un teléfono SAT, sepa cómo marcar ese número en función de las configuraciones de llamadas internacionales y a qué número llamar para solicitar servicios médicos de urgencia. Investigue los hospitales locales o las clínicas de viaje antes de viajar, conozca las mejores instalaciones disponibles para usted en una zona específica. Si es ciudadano estadounidense, la embajada de EE.UU. en el país al que viaja es un buen recurso para obtener esta información. También puede registrar las fechas de su viaje en la embajada, lo que puede serle de ayuda en caso de emergencia.                                                           
  9. Existen advertencias sanitariasgenerales, evaluaciones de riesgos para la salud y precauciones de seguridad alimentaria y del agua específicas para las distintas regiones. Por ejemplo, en algunas regiones conviene evitar las ensaladas y los cubitos de hielo, que pueden haber sido contaminados por aguas contaminadas.                                 
  10. El propio viaje puede pasar factura a su salud: escuche a su cuerpo. Deje que su cuerpo se aclimate a los distintos entornos, husos horarios, calidad del aire y cambios de altitud. Beba todo lo posible para evitar la deshidratación y prevea que los cambios de humedad pueden influir en sus senos nasales.