Artículo destacado:

  • Todos los operadores turísticos antárticos exigen protección sanitaria y de evacuación en caso de viaje.
  • Los costes de evacuación de la Antártida pueden superar los 100.000 dólares.
  • La lejanía significa que no hay hospitales ni instalaciones médicas permanentes en el continente.
  • El seguro debe cubrir el tratamiento médico, la evacuación y la repatriación.
  • La afiliación a Global Rescue ofrece servicios de rescate y evacuación sobre el terreno que van más allá de los seguros tradicionales.

 

 

La Antártida, la última tierra salvaje de la Tierra, es un destino de ensueño para aventureros, científicos y exploradores. Con sus imponentes icebergs, colonias de pingüinos y paisajes de otro mundo, promete experiencias como en ningún otro lugar del planeta. Pero hay una regla que todo viajero debe afrontar antes de pisar el hielo: no se puede viajar a la Antártida sin una completa protección médica y de evacuación.

A diferencia de otros continentes, la Antártida no tiene hospitales permanentes, ni infraestructuras para atender grandes emergencias médicas, ni una forma fácil de transportar a los enfermos o heridos. Por eso, los operadores de expediciones, los gobiernos y las aseguradoras imponen normas estrictas: todos los visitantes deben tener un seguro médico de viaje con cobertura de evacuación.

 

La cruda realidad: No hay hospitales en la Antártida

A diferencia de otros destinos, la Antártida no ofrece instalaciones médicas permanentes. Las estaciones de investigación pueden tener pequeñas enfermerías, pero no pueden tratar enfermedades graves o traumatismos.

Si un viajero desarrolla apendicitis, sufre congelación o se lesiona en una caída, la evacuación es la única opción. Esto puede implicar un peligroso y costoso transporte aéreo desde el continente a Sudamérica -a menudo a Punta Arenas, Chile- o incluso más lejos.

El coste de estas evacuaciones supera habitualmente los 100.000 dólares. Sin protección de evacuación, esta carga recae sobre el viajero o su familia.

 

Protecciones obligatorias de los operadores turísticos

Todos los operadores de expediciones antárticas reputados exigen a los viajeros que lleven consigo una prueba de:

  • Seguro médico que cubre enfermedades, lesiones y hospitalización.
  • Protección de evacuación de emergencia, a menudo con importes mínimos de cobertura de más de 100.000 dólares.
  • Cobertura de repatriación, que garantiza el regreso al país de origen del viajero.

Los pasajeros deben presentar una prueba de cobertura antes de embarcar en un buque o un vuelo a la Antártida. Sin ella, se les denegará la entrada. Sin excepciones.

 

Retos de evacuación propios de la Antártida

  1. Tiempo extremo – Las evacuaciones pueden retrasarse por tormentas, hielo o noche polar.
  2. Distancias remotas – El hospital avanzado más cercano está a cientos de kilómetros, en Chile o Argentina.
  3. Costes elevados – Los vuelos de ambulancia aérea desde la Antártida cuestan varias veces más que las típicas evacuaciones mundiales.
  4. Recursos limitados – Incluso llegar a una pista de aterrizaje puede suponer horas de viaje por tierra o transporte marítimo.

Por eso los operadores insisten en que los viajeros tengan un seguro sólido con prestaciones específicas de evacuación.

 

Errores del viajero que hay que evitar

  • Comprar una cobertura mínima: las pólizas con límites bajos pueden no cumplir los requisitos del operador.
  • Omitir la protección de evacuación: las pólizas médicas estándar no son suficientes.
  • No cubre las actividades de aventura: muchos viajes a la Antártida incluyen kayak, senderismo o acampada, que algunas aseguradoras excluyen.
  • No llevar pruebas – Los operadores comprobarán la documentación antes de la salida.

Al seleccionar la protección, los viajeros deben asegurarse de que incluya:

  • Cobertura médica de alto límite (hospitalización, cirugía, atención de urgencia).
  • Protección de evacuación específica para la Antártida (cobertura mínima de 100.000 dólares, aunque más es mejor).
  • Prestaciones de repatriación para el transporte a casa.
  • Cobertura de actividades de aventura para las excursiones ofrecidas en la mayoría de las expediciones.
  • Apoyo global ininterrumpido para la coordinación en situaciones de emergencia.

 

Más allá de la Antártida: Otros destinos polares

Aunque la Antártida tiene las normas más estrictas, otros destinos polares, como Groenlandia, Svalbard (Noruega) y el Ártico canadiense, también recomiendan o exigen encarecidamente una prueba de protección médica y de evacuación.

Al igual que la Antártida, estas regiones son remotas, con instalaciones médicas limitadas y elevados costes de evacuación. Para cualquiera que viaje por encima del Círculo Polar Ártico o al Océano Antártico, el seguro es esencial.

 

¿Cómo se aplica?

En la Antártida, los operadores turísticos se encargan de velar por el cumplimiento de la ley y exigen una prueba de protección médica y de evacuación antes de reservar las expediciones. No se permite embarcar sin ella.

 

La Conexión Global de Rescate

El seguro médico de viaje tradicional es un requisito mínimo para la Antártida, pero en condiciones tan extremas, no es suficiente. Las pólizas pueden reembolsar los gastos de evacuación, pero no coordinan ni ejecutan la compleja logística necesaria para un rescate polar.

Ahí es donde la afiliación a Global Rescue marca la diferencia. Global Rescue presta servicios de rescate sobre el terreno, evacuación aérea y coordinación de crisis, ofreciendo una respuesta en tiempo real en los entornos más hostiles del mundo.

Si sufre una urgencia médica en el hielo, Global Rescue puede organizar la extracción y evacuación a centros de atención médica avanzada. Ninguna póliza estándar ofrece este nivel de asistencia.

Para la Antártida y otras regiones polares, la fórmula ganadora está clara: el seguro de viaje tradicional para el cumplimiento de las normas más la afiliación a Global Rescue para la evacuación. Juntos, garantizan la protección de los viajeros en la frontera más implacable de la Tierra.