Global Rescue proporciona evacuación médica a un cazador en Etiopía

Las tierras altas de Etiopía están pobladas por algunos de los animales de caza más interesantes del mundo, desde leones y leopardos hasta elefantes y búfalos. Aunque estos animales pueden ser peligrosos a corta distancia, los mayores peligros para nuestra salud durante un safari a veces vienen de dentro.

Sufrir un derrame cerebral en cualquier lugar es una experiencia que pone en peligro la vida, pero cuando ocurre a 3.000 metros de altura en un rincón desolado de África Oriental, resulta mucho más aterrador. Uno de nuestros miembros estaba cazando allí hace unas semanas, en las montañas de Etiopía, cuando su mujer y su guía de caza profesional se dieron cuenta de que hablaba arrastrando las palabras. Mostraba otros signos de lo que los médicos denominan un estado mental alterado. Esto, junto con una disminución de la función motora en un lado del cuerpo, son los signos reveladores de un derrame cerebral. Al darse cuenta de la gravedad del estado de su cliente, el cazador profesional lo llevó al centro médico más cercano y y llamó a Global Rescue..

Sería exagerado calificar esta clínica de campo de centro médico. De hecho, una de las enfermeras robó la manta del paciente y éste se acurrucó con ella en el suelo del «hospital» para pasar la noche. Ni que decir tiene que no había neurocirujanos altamente cualificados junto a su cama para vigilar su estado. Todo esto, junto con las persistentes barreras lingüísticas y el caos general de la clínica, puso muy nerviosos a la esposa del hombre y al cazador profesional.

Global Rescue envió inmediatamente una ambulancia aérea a la clínica de Addis Abeba, que lo evacuó a él y a su grupo de caza al mejor centro neurológico de Nairobi (Kenia). Allí fue recibido por un paramédico de Global Rescue y tratado y controlado por un neurocirujano estadounidense. Tras ver las tomografías computarizadas, los médicos de Global Rescue le dieron el visto bueno para viajar en avión y fue evacuado médicamente de vuelta a Estados Unidos.

Hay poco tratamiento para un paciente que ha sufrido un ictus leve, pero es imperativo prevenir daños mayores o la muerte vigilando de cerca el estado del paciente, algo que era imposible hacer en la clínica de Etiopía. Si su estado hubiera empeorado, la evacuación médica a Nairobi bien podría haberle salvado la vida.