Carta desde la selva peruana

Pregunta del examen final: ¿Qué hacer cuando te diagnostican de forma poco profesional una enfermedad tropical carnívora mientras estás destinado en la selva a tres horas en canoa motorizada de la ciudad más cercana y a un vuelo adicional en avión del centro médico acreditado más próximo? Sólo puedes utilizar los recursos disponibles a través de una conexión a Internet irregular y los contactos personales en el albergue de ecoturismo que te acoge.

Afortunadamente, tenía un salvavidas. Mis padres se habían informado sobre Global Rescue cuando estaba a punto de empezar la universidad y viajar por mi cuenta. Pensamos en ello por si ocurría algo realmente horrible y necesitaba una evacuación médica urgente. Mi situación en Perú nunca puso en peligro mi vida, pero necesitaba una guía fiable y una opinión médica legítima.

Tras agotar mis escasos recursos médicos en la selva, mis lesiones cutáneas siguieron empeorando y entonces todos mis amigos peruanos coincidieron en que tenía leishmaniasis, una enfermedad causada por protozoos carnívoros. Horrorosamente, la cepa más común en Perú puede extenderse a la cara y causar desfiguración.

Rápidamente envié un correo electrónico a Global Rescue, que me había estado siguiendo desde el comienzo de mi enfermedad. En cuestión de minutos, el mismo paramédico con el que había estado en contacto anteriormente me respondió con preguntas de seguimiento sobre mi estado. También informó a un equipo de médicos del Johns Hopkins, que me diagnosticaron leishmaniasis a distancia.

Uno de mis amigos del albergue me puso en contacto con su maravillosa familia en Lima, que también me recomendó una clínica cercana. Global Rescue secundó su opinión a partir de su lista de hospitales aprobados. Estos médicos supusieron una gran mejora con respecto a lo que había experimentado en la selva. Fue reconfortante contar con un equipo de médicos angloparlantes de talla mundial que respondían a mis preguntas y se aseguraban de que recibiera el mejor tratamiento.

Esto también fue un gran consuelo para mi padre, médico pero ciertamente no especialista en medicina tropical. Estaba atascado sabiendo demasiado sobre la fragilidad general del cuerpo humano y demasiado poco sobre mi enfermedad específica. Para él, Global Rescue le permitió quitarse el estetoscopio y ser simplemente mi padre.

Así que para responder a la pregunta de mi examen: sobrevivir a una crisis médica menor remota requiere redes de apoyo tanto médicas como sociales de calidad… y ambas deben solaparse lo menos posible. Después de todo, mis amigos del albergue sólo querían lo mejor para mí, aunque descubrí que su dudoso bálsamo medicinal me provocó una quemadura química. Con la participación de Global Rescue no necesité el consejo médico de amigos y familiares, sólo el cariño y el apoyo que sólo ellos podían proporcionarme.

Global Rescue también había hablado directamente con mis médicos en Perú y actuó como enlace con los médicos que me atendieron en Vermont. Tras multitud de pruebas en Estados Unidos, finalmente determinamos que mis problemas se debían a una cepa de estafilococo resistente, complicada por una quemadura química e infecciones secundarias. Ahora me estoy recuperando y vuelvo a la escuela con normalidad, esta vez con una historia que contar a mis amigos.

-Ariel M., Vermont